Tres claves para aprovechar la próxima recuperación económica (1ª parte)

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La crisis actual, que ya va para seis años y que está siendo una de las más graves, profundas y duraderas de los últimos 50 años en España, está generando profundos cambios en el entorno empresarial, de los que podríamos destacar por su relevancia para las PYMEs, los siguientes:

El Mercado español se ha “encogido” (caída de ventas):

Esta es la primera realidad a la que se enfrentan la mayoría de las empresas.

Al desinflarse la burbuja inmobiliaria, cayeron, en primer lugar, los pedidos de los productos asociados a la construcción de viviendas (no olvidemos que se construían más de  700.000 viviendas anuales y hemos pasado a menos de 100.000 anuales).

Se inicia la maratón del paro, y con ello la caída de la demanda de consumo generada por las familias que caen en el desempleo.

El proceso se retroalimenta a medida que va creciendo el paro y que las Administraciones Publicas entran en el carrusel de menores gasto/inversión  y menor empleo.

Las pymes saben muy bien de lo que hablamos.

Las Entidades Financieras han “endurecido” la concesión de facilidades crediticias

A medida que van quebrando las empresas del boom inmobiliario, y las que proveían a las anteriores, las Entidades Financieras tienen que registrar como pérdidas los préstamos que resultan impagados.

Una parte importante del Sector Financiero tiene que ser irremediablemente rescatado, al no poder hacer frente por sí mismos al enorme quebranto.

Las Entidades Financieras, tanto las rescatadas como el resto, están percibiendo el deterioro de la situación general en sus propias cuentas, es decir: el incremento de los impagos y de la morosidad “las deja tocadas”.

Las autoridades españolas y europeas, además de acudir al rescate  de algunas, exigen a todas las Entidades que sean más prudentes en la concesión de créditos, incrementando considerablemente las obligaciones de provisionar posibles pérdidas en función de las características de las empresas y de sus operaciones.

En consecuencia, para las Entidades Financieras “se acabó el grifo del crédito”, y ahora “mandan” los que dicen a todo que no.

Los clientes y los proveedores se han visto arrastrados por la situación y adaptan sus actuaciones y actitudes

Como consecuencia de los puntos anteriores, “nuestros” clientes tienen más dificultades financieras para hacer frente a sus compromisos (o sea: crecen “nuestros” impagados y morosos) y “nuestros” proveedores son mucho más cautelosos a la hora de atender nuestros pedidos (es decir “endurecen” las condiciones financieras para atender nuestros pedidos).

Este es el panorama al que se ha venido enfrentando la pyme a lo largo de la presente crisis.

Y… ¿Qué hacer?

(Continuará)

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