Tres claves para aprovechar la próxima recuperación económica (2ª parte – conclusión)

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En nuestro artículo anterior, hablábamos de la crisis actual, que ya va para seis años, que está siendo una de las más graves, profundas y duraderas de los últimos 50 años en España, y que está generando profundos cambios en el entorno empresarial, de los que destacábamos por su relevancia para las pymes, los siguientes:

El Mercado español se ha “encogido” (caída de ventas)

Las Entidades Financieras han “endurecido” la concesión de facilidades crediticias

Los clientes y los proveedores se han visto arrastrados por la situación y adaptan sus actuaciones y actitudes

Y nos planteamos la siguiente pregunta: 

¿Qué hacer?

Obviamente, algunas empresas han tenido que echar el cierre ante un panorama tan gris.

Pero para las que permanecen abiertas, sería bueno recordar lo que dice el refranero popular: “no hay daño que cien años dure”, es decir: de esta se sale… seguro… como siempre.

Los últimos datos macro-económicos están apuntando en la dirección de una lenta, frágil  y larga recuperación.

Parece que a nivel macro se está tocando fondo, y si esto ocurre a nivel macro es evidente que “algún día” llegará a nuestro “territorio/mercado”.

Mientras llega la recuperación a “nuestro” propio de mercado, la pyme tiene que tomar las drásticas medidas que le permitan superar los dramáticos momentos actuales y quedar preparada y fortalecida para aprovechar  al máximo la recuperación  cuando llegue, que llegará.

El primer problema a resolver será cómo “recuperar/mantener” las ventas, y esto sólo se puede hacer entrando en nuevos mercados y/o  luchando “a brazo partido” por mantener o incrementar cuota en nuestro propio mercado.

A su vez, esto último implica replantear nuestra estrategia comercial: clientes, productos, canales de distribución, comunicación, promoción, precios, etc…de modo que podamos competir y aguantar hasta que vuelva la tan esperada recuperación.

Pero, en cualquier caso, tanto si queremos entrar en nuevos mercados como competir en los actuales, habrá que abordar una profunda reducción de costes de todo tipo.

Así pues, la actuación drástica sobre todas las líneas de gasto de la empresa se convierte en una cuestión de supervivencia, y en este sentido, tanto la última Reforma Laboral como la actitud de los sindicatos, está siendo la prueba de la toma de conciencia de la nueva situación a todos los niveles.

Sin embargo. en los momentos actuales no es suficiente con aplicar una cirugía puntual, sino que ahora se trata de implantar una “nueva cultura del gasto” en la empresa, es decir, poner en marcha nuevos planteamientos en los procesos productivos/operativos y en las relaciones laborales asociadas, nuevos procedimientos en la gestión diaria del gasto,  y por supuesto una correcta comunicación a toda la plantilla de los nuevos parámetros de actuación en todas las líneas de gasto de la misma.

Por último, un punto esencial en el programa de adaptación, es considerar que “no volverá la alegría del crédito” en mucho tiempo.

Las Entidades Financieras van a mantener durante bastante tiempo los actuales niveles de exigencia a la hora de conceder un crédito nuevo y renovar los actuales.

Ellas también han sufrido con especial virulencia las consecuencias de la crisis.

Y cuanto antes tomemos conciencia de esta nueva realidad, antes tomaremos las medidas necesarias para afrontarla y que consisten básicamente en tres tipos de actuaciones:

Asegurar la renovación de las fuentes de financiación actuales, alargando, en lo posible, los plazos de devolución de las mismas.

Sondear las posibles nuevas fuentes de financiación tanto de las Entidades Financieras que actualmente nos atienden como de cualquier otro tipo de Agente financiero que opere en el Mercado.

Incrementar por todos los medios la autofinanciación de la empresa y fortalecer la gestión integral de su propia tesorería. Al igual que hablábamos de la “nueva cultura del gasto”, ahora se trata de implantar la “nueva cultura de la liquidez” en la empresa, tanto en  la operativa bancaria diaria como en la gestión de la relaciones con los clientes y proveedores.

Si actuamos de forma contundente en los tres frentes: 

- El comercial

- La reducción y “nueva cultura del gasto”

- La estabilidad financiera y la “nueva cultura de la liquidez”

Tendremos una empresa con enorme fortaleza para superar los problemas actuales y preparada para aprovechar la próxima recuperación por mucho tiempo.

Esta es nuestra visión:

La adaptación continua a la nueva situación del mercado debe estar insertado “a fuego” en el ADN de las empresas, y como los cambios actuales son tan radicales, profundos y prolongados en el tiempo, la respuesta de la empresa ha de ser necesariamente muy contundente, incorporando cambios sustanciales tanto en la gestión de sus costes, como en el enfoque de su gestión financiera, de modo que estos dos ámbitos diferenciados de gestión, se consoliden como el soporte estratégico de una política comercial más ágil, vigorosa, flexible y continuamente adaptada a las  nuevas necesidades del mercado.

Es lo que va a garantizar el éxito consistente  de la empresa en el próximo escenario de recuperación.

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